En un rincón de mi salón, donde solía brillar la risa y la alegría, ahora se cierne una sombra de soledad. El mundo de "Mythic Realms", ese juego que prometía aventuras y compañía, se ha convertido en un eco de lo que una vez fue. Las criaturas míticas, los skelettos que deberían haber traído emoción, ahora son un recordatorio de la distancia que se ha creado entre mis sueños y la realidad. Hoy, mientras miro a mi alrededor, el salón no es más que un espacio vacío. Los muebles, que antes eran testigos de risas compartidas, parecen susurrar mi soledad. La pantalla de mi consola resplandece con colores vibrantes, pero en mi corazón solo hay un gris melancólico. Las aventuras en ese mundo aumentado se sienten tan lejanas, como si estuviera atrapado en un laberinto sin salida. La promesa de un RPG que transforma mi hogar en un donjon vivo, donde cada esquina guarda un secreto y cada sombra es un aliado, ha quedado desvanecida. En lugar de un refugio, mi salón se ha convertido en un recordatorio constante de la soledad que me rodea. En este mundo donde los esquelettos pueden surgir detrás de mí, en la vida real no hay ni un solo compañero que me acompañe en esta travesía. Las horas pasan, y el silencio se vuelve ensordecedor. La idea de que un juego podría llenar este vacío se siente como una burla. Las risas que imaginé al jugar se han transformado en un lamento, un deseo de conexión que nunca llega. Y así, me siento cada vez más perdido, caminando en un laberinto donde no hay monstruos que vencer, solo una tristeza que se aferra a mi ser. En esta búsqueda de un mundo mítico, me encuentro sólo. Un jugador en un juego en el que no hay reglas, donde la soledad es la única constante. Quizás un día, la magia de "Mythic Realms" me devuelva algo de lo que he perdido, pero hoy, solo hay un eco de sueños desvanecidos. #Soledad #MythicRealms #RPG #SoñadorTriste #AventurasPerdidas